jueves, 27 de marzo de 2014

La gran belleza


El cine nació para hacernos soñar, esa era la máxima de los primeros cineastas como Georges Melies o  los hermanos Griffith a principios del Siglo XX. 


Sus historias hicieron felices a millones de personas y  desde entonces cada vez que se apagan las luces en las salas de los cines o los salones de casa nos dejamos llevar por la magia del cine. 
Hay veces que lloramos, otras reímos y otras disfrutamos sin más de la belleza que se abre ante nuestros ojos. 

A veces pasan meses y nada te sorprende, todo te parece insípido o predecible, carente de magia o genio; pero otras  descubres películas que te llenan y te parecen magnificas y muy acordes con su título;  este es sin lugar a dudas el caso de la última cinta de Paolo Sorrentino, "La Gran Belleza".

Sorrentino nos deleita  gracias al mágico uso de la luz y el color, combinado con una banda sonora exquisita que componen una escena perfecta en la que deambulan personajes claramente propios de un film de Fellini. 

Esta claro que para todo director italiano beber de la fuente de la genialidad del más grande cineasta italiano de todos los tiempo,(a mi parecer) es inspirador, pero es aquí donde el director demuestra su potencial talento. 

"La Gran Belleza" esta claramente influenciada por  la magistral obra de Federico Fellini y en concreto por "La dolce Vita y 8 1/2 . Sus personajes son a menudo bizarros y extravagantes e equiparables a los de las películas nombradas.

 Puede que Lorena recuerde, desde mi punto de vista,  a la Saraghina de la infancia de  Fellini o,  mejor dicho como sería la Saraghina del siglo XXI en la Roma de los excesos. 
Como la supuesta amante de Romano el amigo de Jep ,tiene un aire a Gloria la amante de Mezzabotta en "Ocho y medio" y  la pequeña novicia recuerda con su dulzura  la mágica belleza de Claudia; capaz de hacer ver la luz en las sombras a un protagonista en plena crisis existencial.

Así Jep Gambardella nuestro protagogista  es el Marcello de "la Dolce Vita" y el Guido de "Otto e Mezzo" en uno  solo, gracias a  frases como:


  "Quería convertirme en el rey de los mundanos y lo conseguí";"Yo no solo quería participar en las fiestas, quería tener el poder de hacerlas fracasar". O" El descubrimiento mas consistente que he hecho tras cumplir 65 años es que no puedo perder tiempo en hacer cosas que no quiero hacer" . 


 El periodista de éxito y el creador en crisis que como Guido se encuentra con el miedo de enfrentarse no solo a una crisis de inspiración si no a un fin de la misma o como Marcello que descubre al final la belleza de las cosas simples.  

Se puede decir que dentro de la película hay escenas que rozan lo  absurdo y extravagante; otras teatrales y seductoras o sencillas y puras.


Nada esta ahí por azar y lo más asombroso es la transición de un polo opuesto a otro. Siendo ahí donde reside la genialidad de "La Gran Belleza" y la hace inmensamente hermosa. 

En un escenario tan perfecto como Roma el resultado es un "Orgasmo" para nuestros sentidos.








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