lunes, 22 de noviembre de 2010

La cata

Me encanta el vino, lo reconozco es una de mis pasiones.Tal vez sea porque desde pequeña tengo la imagen de sea botella siempre en la mesa o porque mis 14 años en la ciudad más bonita del mundo,San Sebastian, me hicieron apreciar el buen vivir.

Me gusta el vino y tengo migrañas,por lo tanto me gusta por placer.

Recuerdo que hace tres años aproximadamente en un mes caluroso de agosto se me ocurrió la genial idea de parar por una enoteca cercana a mi trabajo. Recuerdo que quede entusiasmada al entrar y ver tanto vino junto,no entendía nada pero me encantaba ver las botellas,los diseños de las etiquetas,descifrar los precios y porque no apuntarme a un curso de cata.

En dicho negocio conocí a mi gran amiga Mariam,a Cabernet Sauvignon y a nuestro querido José Manuel,recuerdo el primer día, calor terrible pero todos ahí.Mariam nos descubrió un mundo maravilloso, nos hizo amar aún mas el vino y nos enseño que los que entramos y decimos yo no tengo nariz somos quienes más la tenemos.

 Recuerdo mis verdejos,reconozco que adoro los blancos de rueda y detesto los blancos de ... mejor me callo no vaya ser que...

Y desde ahí hasta hoy. La penúltima cata fue formidable y descubrí un gran vino que adoro, "MALA VIDA"
un vino joven fresco,que no deja indiferente y te lleva y lleva...una gran creación de mi amigo Toni. Vino que recomiendo a todos aquellos hedonistas como yo.

El sábado tuvimos una cata, fue divertida, divertida por los piques,divertida porque era yo quien hablo con pasión, divertida porque llego al público y sobretodo divertida porque catando otro vino a alguien se le ocurrió encender una pipa y el enólogo invitado dijo este vino huele a tabaco, concretamente tabaco  de pipa, pero de repente levanto la cabeza y vio que su nariz era sabia pero no tanto y la sonrisa en mis labios paso a ser casi risa.
Y que a veces algo o alguien nos puede dar la revancha.Aunque reconozco que yo también , entre otros, caí en la misma, pero estoy salvada porque  yo no soy nadie todavia...

martes, 9 de noviembre de 2010

La familia Trap de viaje

Los viajes son siempre imprevisibles,por mucho que los prepares a conciencia  no sirve de nada porque nada suele salir según lo previsto. No , no penséis que mi ultimo viaje ha sido un drama, nada en mi vida es un drama por mal que pueda salir. Mi estancia en Italia durante este fin de semana ha sido toda una aventura ,llena de risas y muchas otras cosas. 

Era un viaje sorpresa para mi madre, ella pensaba que nos íbamos las dos solas a ver a su querido Nicola,( un amigo encantador que toda madre desea como yerno,guapo,inteligente, fascinante, etc.) hay que decir que Nico lo tiene todo.Solo que Nico las quiera altas,altas altas,y rubias rubias rubias..pero ahí iba ella con la ilusión.

Al llegar al aeropuerto, le teníamos una sorpresa reservada, su hermana del alma venía con nosotras,las risas empezaron ahí cuando yo intenta camuflarme entre los paneles de información buscando deseperadamente a mi tia y la family que se habian confundido de planta. Con ellas venían unos amigos,que se habían apuntado a la aventura italiana.
Tras los momentos de risas y lágrimas pasamos todos los controles, obviamente por nuestra cara de terroristas nos toco casi desnudarnos,lo curioso que solo nos paso a las más jóvenes,aún me pregunto el porque.

Ya en el avión la aventura, llevábamos una novata, que lo paso un poco mal pero supero la prueba.Tras dos horas de regalado vuelo con simpática compañía nos informan que el avión no puede aterrizar en su destino y claro esta no eligen el aeropuerto más cercano para aterrizar si no que nos mandaron para Genova, cosa que no me hubiera importado hacer en otro momento,o si mi pequeño Genovés hubiera estado ahí para darnos un beso a cada pero no.

Aterrizadas en la liguria, subimos a un adorable bus con un conductor que podría tener la edad de nuestro abuelo y conducía al más puro estilo Fernando Alonso,eso si llegamos sanas y salvas. 

Encontramos donde dormir gracias al sombrero loco y a nuestro querido salvador Francesco que tenía unas amplísimas habitaciones dos metros del aeropuerto. Así empezó todo... los ronquidos y alguien que tocaba las castañuelas con los dientes  no me dejaron dormir, pero cuando estas de vacaciones todo es diferente y comer con  tacones en un banco, sigue tiene tanto glamour como cenar en el Alto de Colon.

De Pisa nos fuimos a Florencia a nuestros apartamentitos de lujo a precio de coste en la milla de Oro de la cuidad de los Medicis.

Los dos días allí, fueron cálidos a pesar de la lluvia, reencuentros maravilosos  tanto con Nico cono con Dario,denominado por nuestras madres como el " David de Pisa".

Este último junto con nuestro nuevo amigo Michele nos hizo disfrutar al máximo,de las vistas,si no que se lo pregunten a las mamis, que cada vez se acercaban más a él. Y de la comida..ufff!!!!!!!!!
Gracias a ellos, la lluvia no perturbo nuestra estancia,nos mojo un poco pero no demasiado.

Tal vez llovió a posta para que podamos volver lo antes posible a la cuna del renacimiento yo por fin pudiaera estrenar mis botas de agua.

A pesar de la lluvia,del viento,del avión, la cansina,los puñales, las calvá,  recordaremos esta fin de semana con mucho cariño, nos quedaremos con las risas,los momentos de placer gastronómico, la belleza, lo bien que entra el vino, nuestros Toscanos gentiles, las miradas, las sonrisas y todo aquello que nos hizo pasarlo tan bien, creo que hay 3 o 4 volveremos pronto para hacer una simbiosis toscana, las demás no creo que sus maridos las dejen...jajaja!