martes, 23 de octubre de 2018

En la vida no importa la cantidad, lo que realmente importa es la intensidad de las cosas. Da igual que durara poco si ese poco fue intenso, fue de verdad.
Y que verdad, créeme .

 No hace falta que te pellizques , sè que lo estás haciendo y que piensas que tal vez fue un espejismo, pero fue real como el aire que llena tus pulmones , aunque no lo veas mi lo sientas.

Intensidad es la palabra;es un lugar en mis caderas donde perderse, con aroma a mi, donde el tiempo se paralice.
 Intensidad es lo que se siente cuando bailas desnudo pensando que nadie te ve; intensidad es aquello que te deja sin aliento, descolocado, sublime.

Así es como nos deberíamos sentir siempre; cómo me siento viendo esta enorme luna, demasiada belleza para aquellos que no saben mirar con los ojos justos.
Se me eriza la piel como antaño; a pesar que me gustaría sentir uno de esos abrazos que desmontan y dan calor al alma. De esos que tanto nos gustan  a todos y echamos tanto de menos.

Hoy me siento nostálgica, ese es el problema de vivir intensamente; las cicatrices de la intensidad son como tatuajes en el alma.
Como los besos intensos, los abrazos o los orgasmos que te dejan sin aliento y melancólico, como el mar en días de tempestad en aquellos días de incendio.

En aquellos días, en aquellos besos, en aquellos versos que nacn en mis senos..,

lunes, 22 de octubre de 2018

Los abrazos perdidos

No se por donde empezar, tanto tiempo sin pasar por aquí sin escupir a bocajarro aquello que me nace de dentro. Cuanto tiempo sin catarsis, alejada del mundo, alejada de mi.
No recuerdo ni la última vez que escribí , por y para mi, no para gente que no lo merece y no lo merecerá jamás, tal vez tenga un corazón demasiado grande, no apto para medirocres, pero esa es otra historia que debemos olvidar.

Hoy estoy aquí, sentada en la habitación en absoluto silencio, solo se escucha un ruido seco de fondo de alguna válvula que no funciona bien, al igual que mi cabeza durante estos dos últimos dos años. Que cayó junto mi corazón en un pozo ciego del que me está costando salir.

Pero A veces hay que tocar el infierno para volver a creer,a crecerá; o a veces hace falta cruzarse con las personas justas para entender que no tengo la culpa por aquello que me abrasó por dentro, dejando mi corazón reducido a cenizas, mi alma sin norte y mi cuerpo sin vida.

Da igual lo que pasó, ahora toca Entender que solo bastan miradas para creer y abrazos que te desmonten por dentro.

Solo hace gente bonita, aunque solo sea una,  para porfin  quitarse las capas del alma y el corazón, gente tan bonita que cuando te mira no te hace falta hablar porque sus ojos te abrazan sin hacerlo en realidad, sin ni siquiera tocarte.

Porque sus ojos son un abismo donde solo encuentras paz, donde perderte sería una opción, si la oportunidad existiera.

Pero estamos hablando de mí y la  complejidad de la realidad está presente, si fuera fácil no sería divertido, no hallaría paz en la profundidad,

No voy a preguntarme porque, porque no hay respuesta. Es así y punto,  complicado y hermoso a la vez; al igual que lo soy.

Pero aquí y ahora daría lo que fuera por no sentir esta soledad, donde solo el ruido seco me acompaña y donde quisiera recuperar cada uno de los abrazos perdidos, por abrazo dado aquí y ahora ...

Aunque algo me dice que ...tal vez no recupere los perdidos pero vengan otros nuevos para llenar los vacíos.